Economía de la energía: escenario 2023-2027

Publicado por Ricardo Carciofi en

El pasado 27 de setiembre el Instituto Argentino de Energía llevó a cabo su Seminario Anual. El tema del mismo se centró en el escenario energético 2023-27. Como parte de la agenda, los organizadores incluyeron un panel sobre la economía de la energía al que fui invitado juntamente con Nicolás Gadano, María Tettamanti  y Fernando Navajas. La moderación de las intervenciones corrió a cargo de Alejandro Einstoss. Los tópicos abordados en la discusión estuvieron dirigidos a identificar opciones de política para el sector.

En mi caso particular las preguntas del moderador se centraron, primero sobre la relación entre política energética y macroeconomía, y en segundo término, sobre le papel de la planificación energética en la presente coyuntura.

Respecto de la energía y la macro, la respuesta puso énfasis en la necesidad ineludible de una estrecha coordinación entre ambas esferas de político. Esto por la doble razón de los profundos desequilibrios macroeconómicos hoy existentes que reclaman esta coordinación y, además, porque su resolución habrá de impactar sobre el funcionamiento de la producción y decisiones de inversión en materia energética. El problema de los precios y  tarifas del sector, tanto al usuario final como los precios de la energía primaria, ilustra la afirmación anterior. Adicionalmente, señalé que la política energética requiere también una coordinación que va más allá de la esfera macroeconómica. Tanto la cuestión ambiental como el hecho que la energía es un sector clave para la inserción internacional de Argentina convoca a una mirada más amplia.

Respecto del papel del plan, señalamos una premisa que debe colocarse como punto de partida en el análisis: el potencial energético del país. Esto es así en razón de la relativa abundancia del recurso y la posesión de un ecosistema de empresas, experiencia y recursos humanos que permiten su aprovechamiento. Sin embargo, las políticas de los últimos años han inhibido ese desarrollo y se ha comprobado que la reversión del curso plantea múltiples desafíos. El cambio de rumbo debería apoyarse, según se argumentó, en tres planos primordiales: (i) la reorganización de los mercados energéticos -lo cual permitiría devolver a los precios de la energía el natural papel de asignación de recursos; (ii) la reconstrucción de la institucionalidad del sector -allí puede anotarse, entre otros, la normalización de los entes reguladores-; y, (iii) el papel de la planificación. Si bien los mercados y las instituciones son esenciales, necesitan ser completados con líneas de orientación estratégica -un plan- que ofrezca señales de las áreas, actividades y los plazos donde se requiere inversión privada y pública. La explicitación de políticas y programas es un ingrediente central para definir el horizonte energético a corto y mediano plazo.

El video completo del Seminario puede consultarse aquí.   

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