El retorno del proteccionismo.

A partir de enero de este año y bajo el impulso de las medidas propiciadas por Trump hemos asistido a un retorno del proteccionismo a nivel global. El fenómeno no es nuevo. Desde 2017, con Trump I, la disputa estratégica con China ingresó en el terreno de una abierta disputa comercial. La presidencia de Biden no modificó esta orientación, aunque sí utilizó otros instrumentos además de los aranceles: principalmente subsidios a ciertas industrias y controles de exportación en aquellas actividades de mayor importancia estratégica para los EEUU. En este año 2025 las políticas de Trump II cobraron una nueva escala y también adquirieron un nuevo perfil. En cuanto a lo primero, la nota distintiva ha sido una suba de aranceles de una magnitud significativa: la alícuota efectiva promedio actual de EEUU se ubica en 12 % aproximadamente (4 veces superior al promedio de los últimos años) poniendo fin a la larga marcha hacia la apertura comercial iniciada con posterioridad a 1930 y más decididamente desde 1950 en adelante. Respecto del actual perfil cabe anotar una diferencia de importancia. EEUU abraza este nuevo capítulo del proteccionismo sin excluir a los tradicionales socios y aliados históricos: desde Canadá y México -participantes del USMCA y reunidos en el tratado comercial de América del Norte- hasta la Unión Europea y Japón, para mencionar sólo algunos, todos han visto aumentadas las alícuotas arancelarias para exportar a EEUU. No se trata sólo de China. En este video analizo algunos de estos aspectos y, sobre todo, señalo el hecho más destacado desde el cual hay que aproximarse a lo que están sucediendo: estamos asistiendo a la desarticulación del sistema económico inaugurado en la Segunda Post-Guerra. Paradójicamente, la fuerza de este cambio sustancia proviene del país que contribuyó de manera esencial a su diseño y aplicación práctica a casi todas las latitudes de la economía mundial: EEUU.