Acuerdo estratégico con la Unión Europea: el Mercosur abre un nuevo escenario

Publicado por Ricardo Carciofi en

La firma del acuerdo del MERCOSUR con la Unión Europea (UE) anunciada el pasado viernes en Bruselas es un hecho de importancia y que se presta a lecturas en distintos planos. ¿Qué se ha logrado hasta aquí? Se ha alcanzado un entendimiento entre dos bloques económicos después de una negociación que ha insumido más de 20 años, y donde no era obvio que culminara de manera exitosa. En un trabajo que publicamos a fines de 2016 señalamos, precisamente, que si bien había razones de peso para llegar a un arreglo satisfactorio también existían  obstáculos a ser superados. [1] Ahora se ha develado la incógnita. Para el MERCOSUR es el primer acuerdo con un socio que aglutina 28 países, más de 500 millones de personas y un mercado enorme –supera los 17 billones de dólares, el tercero en importancia después de China y EE.UU.

¿Cuál es la sustancia del entendimiento alcanzado? El acuerdo tiene varios componentes: liberación del comercio y ampliación del acceso a mercado –MERCOSUR y la UE tienen un intercambio del orden de us$ 100 mil millones-, protocolos sanitarios, fitosanitarios y normas técnicas que facilitan el flujo de bienes en una y otra dirección, reglas para la inversión, comercio de servicios, propiedad intelectual, estándares medioambientales y laborales y, también, incluye aspectos de cooperación económica. La simple enunciación anterior sugiere que la agenda es amplia y significativa. El alcance preciso y el contenido de estos tópicos aún no están disponibles: será necesario conocer la letra del entendimiento que han alcanzado los negociadores para sopesar los resultados. No obstante, son posibles algunas inferencias. El atractivo, tal como lo señalan acuerdos similares que ha  alcanzado Europa con otros países de la región –México, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica- es otorgar mayor certidumbre al comercio de bienes y servicios, facilitar y promover la inversión, apoyar la modernización tecnológica, y por estas vías, favorecer el desarrollo y la creación de empleo. El camino no está exento de costos. Ahora bien, nada de esto se materializará de forma repentina. Primero, porque es necesaria una revisión legal previa a la formalización del Acuerdo a nivel de los bloques. Segundo, y muy importante, porque los textos necesitan ser ratificados por los Congresos de los países del MERCOSUR y también de la UE. Por tanto, el anuncio que se ha hecho público significa, en los hechos, que se ha cerrado la etapa de la negociación y que se sigue adelante con el siguiente paso.

Si bien el proceso sigue su curso, tampoco es menos cierto que se ha abierto un nuevo escenario para el MERCOSUR. Por una parte, ha alcanzado un objetivo que le resultó esquivo durante mucho tiempo y lo acercó a niveles de frustración en la negociación con terceros mercados. Por otro lado, en la medida que se dispone a implementar los aspectos prácticos del Acuerdo, obliga también a consolidar la agenda interna del bloque, donde también hay una larga lista de materias pendientes y que son obstáculo para una integración más profunda entre sus socios. A esto hay que sumarle tres implicaciones adicionales. Uno, a partir de ahora los países miembros del MERCOSUR pueden comenzar a delinear un plan de trabajo orientado para preparar el terreno en que habrá de operar el Acuerdo. Dos, el logro alcanzado en esta instancia debería otorgar mayor ímpetu a las otras negociaciones que el MERCOSUR tiene en marcha. Finalmente, por la vía de este acuerdo con la UE, el bloque se sumará a las otras economías de la región que ya cuentan con entendimientos similares con Europa. De esta forma, el paso que se ha dado también puede ser interpretado como un escalón conducente hacia una mayor integración de América Latina. El espacio comienza a configurarse en tal sentido. Corresponde a los latinoamericanos aprovechar la oportunidad.

 


[1]Carciofi, R y Campos, R.Unión Europea, MERCOSUR: Una negociación con final abierto. Fundación CECE. Diciembre 2016.

 

Publicado en Nuevos Papeles, el 1 de julio de 2019.